CONTINENTE SUBYUGANTE:
¡LA MENTE HUMANA!
Es un hecho indiscutible que no hay prácticamente
límites para conseguir muchas cosas en nuestra vida si programamos
adecuadamente nuestra mente. Las personas que piensan intensamente en su
proyecto positivo, se lo imaginan realizado y lo sueñan así, generalmente salen
victoriosos, lo consiguen.
Leí una cuestionadora frase que dice: “No crea en
los milagros, confíe en ellos” y me parece muy interesante porque soy un
convencido total que las oportunidades surgen con relación a nuestras
intensidades de pensamiento y no por serindipidad como diría ese ínclito
maestro que fue el Dr. Luis Jaime Cisneros de gratísima recordación.
Son precisamente el optimismo y la proactividad las
piedras angulares para que sucedan las cosas. El optimismo, de “optimus” lo
mejor, es decir, esa suerte de creencia y percepción intensa y clara de los
acontecimientos en su mejor sentido y su fusión con la proactividad – como
dominio y control de nuestros pensamientos, emociones y actitudes que apuntan
justamente a la creencia del poder cambiar las situaciones negativas en
positivas – y así, con la energía correspondiente, hace pues que las cosas
sucedan.
Si confiamos la solución de “nuestro asunto” a
nuestra mente subconsciente, digámonos: Sé que la respuesta adecuada me la dará
en cualquier momento… y despreocupémonos, porque si alteramos dubitativamente
nuestro estado emocional con la preocupación, el resultado será negativo. La
preocupación opaca y ensombrece los acontecimientos y nos resta posibilidades.
No laceremos nuestra autoestima subvaluándola y
quitándole estímulo y más bien démosle paso a ese continente subyugante,
misterioso y poderoso que es nuestra mente como la más poderosa de nuestras
herramientas para el logro de nuestras ilusiones y propósitos.
Seamos los gestores de un cambio radical y positivo
aprendiendo a disfrutar de nuestra propia positiva compañía. Infórmale a tu
mente subconsciente lo que deseas conseguir, vuélcale tu corazón y déjala que
ella haga su trabajo y participa así de la gran danza del imantador pensamiento
positivo y mejor aún apláudete a ti mismo. Ponle fe con toda tu alma a tu
creencia que todo mejorará y piensa creyendo que así será. Cuando envuelves tus
positivos paradigmas con “este papel de regalo”, las cosas pasan ya que además
estás confabulando en tu propósito a las leyes del Universo, como dirían los
metafísicos.
Somos nosotros los que creamos nuestro destino con
la sumatoria de lo que hacemos y lo que dejamos de hacer. Estos son los
factores que entran en el juego de tu futuro. Es más, tu sistema inmunitario se
mantendrá vivo y poderoso en la medida de tu credibilidad. Tú enfocas tu vida
hacia la felicidad, el éxito, el logro, la salud… la persona que piensa que la
proyección de su vida es muy difícil, ya empezó a enfermarse, ya empezó a
perder. Así como es cierto que hasta podemos contraer una enfermedad si
pensamos en ella intensamente y el tiempo suficiente, con nuestro futuro o
destino pasará lo mismo. ¡No seamos pues psico-somáticos!
Nuestra mente puede ser nuestro gran bote
salvavidas así como nuestro despiadado verdugo. Tú decides cómo utilizarla. La
magia de nuestra mente consiste en que si tenemos una fuerte convicción sobre
algo, las probabilidades que se convierta en realidad son enormes, sea buena o
mala. El conocer los poderes del subconsciente nos invita e impone su
utilización: “Si ya sabes lo que tienes que hacer, y no lo haces, estás peor
que antes” es una frase maravillosa del gran maestro Confucio, entonces, solo
tú eres el responsable de la gran empresa de tu vida.
¡DESPIERTA Y UTILIZA TUS INTRÍNSECOS TALENTOS, PUES
COMO OBRA DEL GRAN CREADOR, ESTÁS SUFICIENTEMENTE EQUIPADO, TU MENTE ES UNA
MARAVILLA. CON TU MENTE TE CURAS O TE ENFERMAS; CON TU MENTE TE PROYECTAS O
TAMBIÉN TE HUNDES. LAS PERSONAS QUE MEJORAN EN TODOS LOS SENTIDOS QUE QUIERAS,
SON LAS QUE EN SÍNTESIS ESPERAN MEJORAR: NO INSISTAS EN CAMINAR CUANDO TE ESTÁ
PERMITIDO VOLAR. CREE EN TI Y DISFRUTA DEL PLACER DE TU DOMINIO, DEL CONTROL DE
TU MENTE. TE CORRESPONDE!
NOTA: Publicado con autorización del autor.