SALUD O
SEGURO, cuál es más importante?
¿Cuál es
primero, la salud o el seguro? Al unísono todos diríamos: ¡La salud! Pero la cruel realidad nos prueba que no es
así, primero reina el seguro y, según lo que pagas, la salud.
Hace muchos años mi esposo y yo tomamos
un seguro clásico contra el cáncer. Corrieron los tiempos y como el mal no aparecía por nuestros lares,
casi, casi lo cancelamos. Pero, gracias a Dios, diría, casi por desidia,
seguimos pagando puntualmente el dichoso seguro. En un determinado momento nos
enteramos que, so pretexto de cubrir más aspectos del tratamiento, habían
inventado un seguro “plus”, más caro por cierto, y quisimos apuntarnos a él
pero, según nos dijeron, por límite de edad ya no podíamos acogernos. Hasta que
un buen día me tocó necesitarlo.
Debo admitir que el trato que recibo del
personal médico, de enfermeras y
hospitalario es óptimo. Así les digo a las secretarias que me atienden cuando
llego al mostrador a pedir cita: ¿díganme, chicas, a ustedes les dan clases de
simpatía? Pues no se cuál es más amable y sonriente. Pero ahí queda la cosa.
Conforme ha ido pasando el tiempo desde que descubrí el cáncer que me afecta, me
voy enterando, ya sea por periódicos, revistas u otro medio, que salen tratamientos
y medicamentos nuevos; cuando averiguo sobre la posibilidad de que me traten
con ellos, me doy con la sorpresa que no están contemplados en mi seguro
“clásico”, eso solo vale para los del
“plus”, a menos que sea una familiar de Bill Gates, pues los costos son inalcanzables
para el común de los mortales. En buena cuenta me tratan sólo con los medicamentos genéricos. Y eso
que, como soy clasemediera, todavía tengo la suerte de poder pagar ese seguro
“clásico” aparte del seguro social.
¿Qué le queda a la pobre gente en los últimos
rincones del país donde no tiene derecho ni a un vulgar paracetamol para
curarse toda clase de enfermedades? Pero, eso sí, ¡hay que repartir gratis
las AOE, conocidas como pastillas del día siguiente, hasta en la más lejana
localidad del país! Que inconsistencia en las políticas gubernamentales de
salud. ¿Qué es más urgente, curar la neumonía de los niños o evitar que las
mujeres tengan un embarazo “no deseado”? Como si esperar un bebé fuera una
enfermedad. Y todos se rasgan las vestiduras hablando de derechos humanos.
Pero volviendo a mi caso y pensando en
mi médico tratante que es una bellísima persona, la verdad es que siento más
pena por él que por mí. Yo llevo mi enfermedad con mucha tranquilidad y paz ya que
me he puesto en las manos de Dios y sólo le pido que siga como estoy hasta
ahora, sin dolores ni molestias mayores. Pero, a la vez pienso que para el
médico debe ser horrible, en conciencia, tratar a una persona con un
determinado remedio a sabiendas que hay otros que serían realmente efectivos
pero que el “seguro clásico” no le permite usarlos en mi. Por eso decía al
comienzo; ¿qué es más importante, la salud o el seguro?
2 comentarios:
Me parece un excelente articulo, la purisima verdad. A todos los clasemedieros nos pasa igual. La misma seguridad social no te cubre determinadas enfermedades y si las cubre, es con medicamentos genericos.
Que lastima de pais!
Importantísimos estos artículos de divulgación. Hay que informar a la gente de la cantidad de atropellos que sufre sin poder remediarlos. Gracias AE
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