El Tamaño de las Personas
El tamaño de las personas varía conforme al grado de compromiso que
éstas manifiesten.
Una persona es enorme para uno, cuando habla de lo que leyó y vivió, cuando
trata con cariño y respeto, cuando mira a los ojos y sonríe inocente.
Es pequeña cuando solo piensa en si misma, cuando se comporta de una
manera poco gentil, cuando fracasa justamente en el momento en que tendría que
demostrar lo que hay de más importante entre dos personas: la Amistad, el
cariño, el respeto y asimismo el amor.
Una persona es gigante, cuando se interesa por tu vida, cuando busca
alternativas para tu crecimiento, cuando sueña junto contigo.
Una persona es grande cuando perdona, cuando comprende, cuando se
coloca en el lugar del otro, cuando obra, no de acuerdo con lo que esperan de
ella, sino de acuerdo con lo que espera ella de sí misma.
Una persona es pequeña cuando se deja regir por comportamientos clichés que no son auténticos.
Es difícil convivir con esta elasticidad: las personas se agigantan y
se encojen a nuestros ojos.
Cuando apreciemos a una persona hagámoslo no a través de centímetros y metros,
sino por sus acciones y reacciones, expectativas y frustraciones.
El egoísmo disminuye a la persona, la hace insignificante. No es
la altura, ni el peso, ni los músculos que hacen a una persona grande... es su
sensibilidad, su yo interno, sus valores.
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