DESHIDRATACION


DESHIDRATACIÓN

                             Por Arnaldo Lichtenstein, Médico*

 

        
        Siempre que doy clases de clínica médica a estudiantes del cuarto año
de Medicina, hago la siguiente pregunta:

 - ¿Cuáles son las causas que más hacen al abuelo o a la abuela tener
 confusión mental? Algunos arriesgan:"Tumor en la cabeza".

 Yo digo: "No".

 Otros apuestan: "Síntomas iniciales de Alzheimer"

 Respondo, nuevamente: "No".

A cada negativa la concurrencia se espanta... Y queda aún más
 boquiabierta cuando enumero las tres causas responsables más comunes:

 - diabetes descontrolado;

 - infección urinaria;

 - la familia pasó un día entero en el centro comercial, mientras a los ancianos los dejaron en casa.

         Parece broma, pero no es. Constantemente el abuelo o la abuela, dejan
 de sentir sed y dejan de tomar líquidos. Cuando no hay nadie en casa
 para recordarles tomar líquidos, se deshidratan con rapidez. La
 deshidratación es grave y afecta a todo el organismo. Puede causar
 confusión mental abrupta, caída de presión arterial, aumento de las
 palpitaciones cardíacas, angina (dolor en el pecho), coma y hasta
 muerte.
         Insisto: no es broma.

         En el mejor de los casos este olvido de tomar líquidos comienza a los
60 años de edad, cuando tenemos poco más del 50% de agua que
deberíamos tener en el cuerpo. Esto forma parte del proceso natural de envejecimiento. Por lo tanto, los ancianos tienen una menor reserva  hídrica.

         Pero hay más complicaciones: aún deshidratados, ellos no sienten ganas
de tomar agua, pues sus mecanismos de equilibrio interno no funcionan
muy bien.

         Conclusión: Los ancianos se deshidratan fácilmente no sólo porque
 poseen una reserva hídrica más pequeña, sino también porque no sienten
 la falta de agua en su cuerpo.

         Aunque el anciano se vea saludable, queda perjudicado el desempeño de
las reacciones químicas y funciones de todo su organismo. Por eso, aquí van dos alertas:

1 - El primero es para los abuelos y abuelas: hagan voluntario el
 hábito de beber líquidos. Por líquido entiéndase el agua, jugos, tés,
 agua de coco, leche, sopas, gelatina y frutas ricas en agua, como
 sandía, melón, melocotones, piña, la naranja y mandarina, también
 funcionan. Lo importante es, cada dos horas, tomar algún líquido.
 Acuérdense de eso.

 2 - Mi segunda alerta es para los familiares: ofrezcan constantemente
 líquidos a los ancianos. A la vez, sean atentos con ellos. Al percibir
 que están rechazando líquidos y, de un día para el otro, están
 confusos, irritados, les faltara el aire, muestran falta de atención.
 Es casi seguro que sean síntomas recurrentes de deshidratación.

 (*) Arnaldo Lichtenstein (46), médico, es clínico-general del Hospital
 de las Clínicas y profesor colaborador del Departamento de Clínica
 Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo
 (USP).

 
"Tu vida ahora, es el resultado de tus actitudes y elecciones del
 pasado y tu vida mañana, será el resultado de las actitudes y
 elecciones hechas HOY"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que interesante, no tenia la mas remota idea.
Gracias por este buen consejo.