ANTEOJOS OSCUROS

ANTEOJOS OSCUROS     

 

            A pesar de que a las mujeres se les ve muy atractivas y misteriosas con anteojos oscuros, a mí, que nunca pequé de coqueta, jamás me gustó usarlos pues me parecía que le quitaba todo el brillo a la preciosa claridad de un día soleado (con lo que éstos escasean en Lima). Sin embargo, me operé de cataratas y no tengo más remedio que usarlos cada vez que salgo a la calle pues, aunque veo regio, me molesta el brillo solar. Les cuento que momentos antes de entrar al cadalso, léase sala de operaciones, sentí un dolor inmenso, pero no se asusten no fue en el ojo, sino en el bolsillo. ¡Vaya lo que cuesta volver a ver con claridad inimaginable! Pero salí bien del susto y una amiga se animó a seguir mis pasos.

          Toda solidaria la acompañé en el trance contándole con detalle todo lo que le iban  a hacer. En la tarde llamé para averiguar cómo se sentía, mejor dicho, como veía y la desperté pues se había quedado dormida en un sillón. Apenas me oyó la voz me bombardeó con las preguntas más ingenuas: ¿Cómo haré para dormir esta noche, me puedo echar? ¿Puedo sacarme los anteojos oscuros? Estoy aburrida. No pude menos que soltar la carcajada y le dije: Por amor a Dios, ¡quítate esos anteojos estás dentro de tu casa, ponte a ver televisión, ya pasaron más de cuatro horas que te operaron y a la noche, échate en la cama con el parche pero sin anteojos y no duermas torcida en un sillón con los anteojos oscuros puestos! Toda una tragicomedia.

          La verdad es que a veces de puro precavidas exageramos la nota en los cuidados.

 

CONSEJO

            Cuando pases por un trance similar lleva tu lista de preguntas y dudas para que el médico te aclare todas tus inquietudes; los médicos dan por hecho que uno debe saber lo que uno tiene que hacer y no nos explican nada. Tienes todo el derecho de preguntar, para eso pagas y muchas veces con creces.