¿Quién enseña a quien? Llega el momento en que las abuelas
aprenden de los nietos, y si no, ¿quién les enseña con simplicidad los trucos
de la computadora? Más de una vez nos quedamos boquiabiertas ante la difícil
facilidad con que los niños aprenden las cosas y luego nos las transmiten.
La relación abuela-nieto es enriquecedora, disfrutamos
engriéndolos, jugando con ellos, haciéndoles conocer las anécdotas familiares,
transmitiéndoles la fe, y respetando siempre las reglas impuestas por sus
padres, en eso si no se puede claudicar para no crear conflictos innecesarios
con ellos pues son los padres a
quienes les corresponde la responsabilidad de su educación y cuidado. Es muy
importante el espacio que les dediquemos a los nietos, pues muchas veces sus
padres no disponen de tanto tiempo para ellos y los niños necesitan no sólo ser
escuchados sino también compartir sus inquietudes. Lo importante es
entretenerlos (y entretenernos) e inculcarles valores, buenas costumbres, amor
a los demás, etc. etc. Y ahora, ¡a disfrutar
con ellos!
"Qué importante es descubrir este recíproco enriquecimiento entre las distintas generaciones". (Beato Juan Pablo II)
"Qué importante es descubrir este recíproco enriquecimiento entre las distintas generaciones". (Beato Juan Pablo II)
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